Hace poco más de un año, la relación entre el sindicato de Trabajadores Municipales de Bahía Blanca y el municipio estallaba en mil pedazos, luego de que el Ejecutivo mostrara sus intenciones de intervenir en la Obra Social Dosem.
Hoy, 365 días después, el secretario general Miguel Angel Agüero admite que ese conflicto, que derivó en fuertes cuestionamientos sociales por la huelga en el cementerio, entre otras reparticiones, fue una bisagra en la relación entre la gestión de Héctor Gay y los empleados municipales representados por el STMBB.
“El 28 de diciembre de 2018 fue un momento clave. No sólo porque es nuestro aniversario de asunción de mandato, sino porque se desató una crisis importante entre los trabajadores y el Ejecutivo, que posteriormente nos permitió crecer y construir una relación adulta, entendiendo el rol de cada uno”, resumió Agüero.
Y agregó: “A partir de allí hay un antes y un después, porque lo valorable es que todo se solucionó mediante el diálogo y no quedaron resentimientos de ninguno de los dos lados. Aunque sí hubo cambios de interlocutores, también rescato de ese momento es que intervinieron actores que no estaban directamente vinculados a la política para acercar las partes, como lo fue, entre otros, Gustavo Mena. Esa buena predisposición, que no estaba contaminada de intenciones, hizo reflexionar a los dos lados sobre la importancia de solucionar ese conflicto puntual e iniciar otro tipo de relación”.
Precisamente, eso llevó a que el propio Agüero le pidiera a los trabajadores de la necrópolis local, hasta allí sin prestar servicios, que dejara de lado momentáneamente la medida de fuerza para poder atender los entierros y cremaciones.
“Es verdad que yo les pedí personalmente la colaboración, por más que en los trabajadores había muchísimo malestar por lo que estaba sucediendo en Dosem. Creo que ese fue un gesto que le permitió al Ejecutivo comprender que nuestro reclamo era justo y que iba a continuar en caso de ser necesario. Lo demostró esa Asamblea que se desarrolló en el club Independiente, que marcó un hito por la enorme cantidad de afiliados que se dio cita”.
–Con el tiempo, ¿pensás que se pudo evitar ese conflicto, que encendió un reclamo social pocas veces visto?
–No. Porque el Ejecutivo estuvo mal asesorado en la intención de intervenir Dosem y poner en su directorio a gente a dedo y que ni siquiera era municipal. Y nosotros sólo pedíamos que esos puestos sean cubiertos mediante el llamado a concursos, como nos parece que debe ser en todos los casos. Debía pasar algo así para que se entendieran los roles, los derechos y las obligaciones de cada sector.
–Y para que la relación cambiara.
–Sin dudas. Porque poco después se firmó una paritaria que fue única a nivel provincial, con aumentos automáticos trimestrales que contemplaban el índice inflacionario, lo que le llevó mucha tranquilidad al empleado municipal. Y esa tranquilidad se traduce en trabajo con compromiso y responsabilidad.
–Aunque ello no evitó contingencias como en otros sectores. ¿Allí radica el aumento de solicitudes de ayuda social que recepcionó el gremio?
–Ayuda social siempre dimos. Porque la ayuda social no es sólo dinero, que sí vimos incrementada notoriamente la cantidad de afiliados que lo solicitó para poder cumplir con sus obligaciones, sino que también lo son los viajes de turismo a muy bajo costo, brindar la posibilidad de practicar deportes, aportar materiales para el inicio escolar, mantener los servicios fúnebres, entregar ajuares en los nacimientos, otorgar hace pocos días más de 3.600 canastas navideñas y contener a los jubilados en una secretaría especialmente diseñada, entre otras tantas cosas. Por esas acciones, durante 2019, pasaron 11.236 familias distintas, que es un número muy alto.
“También se hizo un trabajo muy importante en cultura, con traslados a distintos lugares emblemáticos”.
–Hubo una apuesta muy fuerte hacia el deporte.
–Fue de la mano con el crecimiento que está mostrando el predio. Y aunque en la mayoría de los casos procuramos que el deporte sea sinónimo de bienestar de salud, también obtuvimos resultados gratificantes, como fue el título en futsal femenino y en la categoría Veteranos de la Liga Intersindical de fútbol, que nos impulsan a seguir por ese camino.
–En 2020 habrá elecciones en el gremio. ¿Cuál es tu idea?
–Todavía no definí mi futuro, pero la base está. En caso de que decida no seguir, se armó un equipo muy confiable, con gente que puede mantener el rumbo y la idea. Sobre todo porque el Ejecutivo también entendió que su gestión va a tener brillo merced a los trabajadores, que son las herramientas indispensables para desarrollar los proyectos.
“Hay un montón de héroes anónimos entre los trabajadores municipales, que se ponen la camiseta y hacen cosas que van mucho más allá del sueldo. Un ejemplo muy claro es lo que sucedió con el quirófano de pediatría del Hospital Municipal. Y así puedo enumerar muchos otros, que los solemos visibilizar en nuestras redes sociales a modo de reconocimiento. La sociedad muchas veces no valora al trabajador municipal, pero doy fe que siempre van a estar cuando un vecino los necesite”.
–En 2019 también hubo una decisión personal muy fuerte, como fue decirle no a una postulación para un cargo legislativo.
–No me arrepiento. Porque, pese a hablar con el diario del lunes, en el que ya conocemos los resultados que hubieran sido favorables, sigo pensando que no era el momento. No es que yo no quise correr el riesgo, sino que percibí un problema de visibilidad y reconocimiento a la institución. Hasta con el peor escenario eleccionario iba a ingresar como concejal, como hubiera sucedido.
“Pero nosotros, como gremio, estábamos saliendo de un gran conflicto y yo sabía que desde esa postulación no iba a poder aportar mucho para el afiliado y que posiblemente lo perjudicaría. Para el contexto general, era positivo decir que no. Y el tiempo creo que me dio la razón”.
–¿Cuál es la idea para la paritaria 2020?
–La intención inicial es mantener las formas, porque nos evitó un montón de reuniones y negociaciones y se logró evitar incertidumbre en los trabajadores, pero hay que ver cómo repercute en la ciudad lo que sucedió en provincia y en Nación políticamente.
–¿Y en lo institucional?
–La vara quedó alta, pero seguiremos apostando por las obras. Mi anhelo es poder construir la nueva sede sindical, que estará ubicada en el predio y que seguramente comenzaremos en el primer trimestre. También seguiremos muy atentos a satisfacer las necesidades de los afiliados y a brindarle soluciones a sus problemas.
Se viene la Escuela Recreativa
Ya está próxima a abrir la pre-inscripción para que los hijos de afiliados tomen parte de la primera edición de la Escuela Recreativa del STMBB.
“Tenemos muchas sorpresas en mente, pero varias cosas no dependen directamente de nosotros. Por ejemplo, estamos esperando respuestas de ABSA y de EDES para concretar el proyecto general. Si contamos con los servicios básicos, el lunes 13 la inaguramos”, señaló Agüero.
Será para niños y niñas entre 6 y 13 años.
“No queremos largarla así porque sí. Queremos que los chicos tengan sus comodidades y que fundamentalmente estén seguros. Quizás no podamos contar con todos los atractivos que tenemos en mente, pero la idea es poder cumplir con un pedido que lleva años sin cristalizarse de los afiliados”.
Por Pablo Andrés Alvarez – La Nueva. – “Mundo Gremial”